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En ocasiones, las personas que padecen una adicción y sus allegados tienen dificultades para comprender en su totalidad lo que es una enfermedad adictiva y su tratamiento. Para ayudar en este proceso, hemos recopilado información de utilidad y elaborado una serie de artículos que facilitarán la comprensión de este trastorno. En este artículo os hablaremos de las diferencias que existen entre un hábito, una dependencia y una adicción. Tener en cuenta esta información va a ser la mejor guía para ayudar a la persona en proceso de recuperación.

 

¿Qué es un hábito?

 

Un hábito es una costumbre adquirida por la repetición de actos del mismo tipo. Los seres vivos, tanto los animales como los hombres, repetimos una y otra vez las mismas conductas para poder adquirir los hábitos necesarios para la supervivencia. Gracias a la adquisición de estos hábitos, las conductas son cada vez más automáticas y las respuestas ante los retos que vienen de fuera son más eficientes.

 

De forma simplificada podríamos decir que todo proceso educativo no es más que un entrenamiento en la adquisición de hábitos convenientes para la vida. El cerebro aprende estos hábitos y los almacena en la memoria, por eso nunca se olvida totalmente lo que uno ha aprendido. Un ejemplo claro es el de aprender a andar en bicicleta o a nadar. Aunque pasen muchos años sin hacerlo ya nunca se olvidará.

 

Los hábitos o costumbres que adquirimos a lo largo de nuestra vida nos hacen ser como somos. Aquellos hábitos positivos y saludables para la supervivencia y el buen desarrollo personal se adquieren gracias a un buen proceso educativo aprendido en la familia y luego en el colegio. Estos son difíciles de aprender y requieren disciplina y esfuerzo.

 

Sin embargo, los hábitos negativos y perjudiciales para nuestra salud se adquieren con más facilidad, pues la repetición de esta conducta suele ir motivada por la búsqueda de algún tipo de placer o disminución de algún tipo de dolor. Un ejemplo podría ser aquella persona que se muerde las uñas ante un estado de nerviosismo. Su hábito, aunque negativo y perjudicial, le genera un alivio a una situación previa. 

 

¿Qué es una dependencia?

 

Se puede considerar que una dependencia es algo así como una vinculación muy estrecha con algo o alguien, de tal forma que si ello nos falta nos produce algún tipo de dolor. De esta forma, podemos clasificar las dependencias en positivas o negativas

 

Todos los seres vivos dependemos de muchas cosas: nutrientes (comida y agua), sociedad (nuestros seres queridos), etc. Cuando estas dependencias no alteran nuestra salud, no son malas, sino que son absolutamente necesarias. Podemos poner el ejemplo de un diabético que dependa de la insulina o un adicto que dependa de su programa terapéutico. Al final, esta dependencia con el medicamento o la terapia es vital para la supervivencia o recuperación del individuo. En resumen, las dependencias positivas nos benefician y las negativas nos perjudican.

 

Desde el punto de vista médico, una dependencia suele ser entendida como la adquisición de una necesidad biológica debido a un fenómeno de neuroadaptación por el cual el organismo se adapta y tolera cantidades muy altas de un “estímulo químico o no-químico” que en condiciones normales serían mortales para el individuo.

 

Debido a que esta neuroadaptación ocurre intensamente con las sustancias depresoras del SNC (Sistema Nervioso Central), como la heroína, el alcohol, tranquilizantes, etc., y, de un modo más complejo y subrepticio (encubierto), con los estimulantes y dependencias no químicas como el juego o las compras u otras, es complicado hacer diferencia entre dependencia y adicción. 

 

¿Qué es una adicción?

 

Aunque en muchas ocasiones adicción y dependencia se usan como sinónimo, no es así. La adicción es una enfermedad mental, vital y orgánica.

 

  • Mental porque afecta a las emociones y pensamientos.
  • Vital porque afecta la forma de vida, metas y convivencia con los seres queridos de quien la sufre.
  • Y orgánica porque provoca alteraciones o enfermedades físicas (cerebrales, hepáticas, cardiovasculares, etc.). 

 

La adicción es una manera patológica de pensar. Es un trastorno de la manera de ser y de la personalidad, que se va deformando con el transcurso de la dependencia negativa con el paso del tiempo. 

 

Existen 12 aspectos vitales de la persona que se van deteriorando gradualmente en la personalidad del adicto y su pérdida conlleva en la manera de pensar del adicto una contradicción cada vez más profunda. Estos 12 puntos son:

 

  • Amistad
  • Trabajo
  • Adaptación social
  • Ocio
  • Metas y valores
  • Convivencia
  • Manera de pensar (Mente realista)
  • Tolerancia a la frustración
  • Comunicación
  • Sinceridad (Aceptación)
  • Ambiente
  • Regulación emocional

 

La contradicción entre lo que tienen que hacer y lo que realmente hacen genera ansiedad y mina la autoestima. Además, disgrega su personalidad, puesto que siente que debe ocultar esa conducta inadecuada, por lo que se ve obligado a mentir y llevar una doble vida.

 

Esta incoherencia personal, la pérdida de sus valores, la baja autoestima, la inseguridad, inestabilidad emocional, problemas con los demás, soledad, fracasos, etc., son, entre otros, los síntomas superficiales de la adicción. 

 

¿Cuál es la diferencia entre hábito, dependencia y adicción?

 

De forma resumida, podemos decir que estos tres conceptos se diferencian en que la adicción es una enfermedad (mental, vital y orgánica) mientras que la dependencia y el hábito no. La diferencia entre dependencia y hábito se encuentra en que la dependencia produce algún tipo de dolor cuando se pausa la conducta, mientras que con el hábito no.

 

El problema de la confusión entre dependencia y adicción radica en la connotación o significado que tienen ambas palabras. Usualmente, se confunde dependencia física con adicción, clasificando a muchos adictos como “drogodependientes” debido al enganche biológico que pueden tener. Pero puede que muchos adictos jamás presenten un síndrome de abstinencia, algo que sufren todos los dependientes. 

 

En otras ocasiones, se utiliza la palabra dependencia como autoengaño para “racionalizar” la adicción, pues esta palabra está mejor aceptada en la sociedad y elimina los estigmas asociados a la palabra adicción.

 

En el centro de psicología clínica Olivencia contamos con un equipo multidisciplinar de profesionales que usan un enfoque global en el tratamiento de los trastornos adictivos y problemas asociados. De esta forma ponemos a disposición de la persona, las herramientas que posibiliten el cambio y el desarrollo personal que necesite. Llámanos al 663947743 y te daremos toda la información que necesites sin compromiso.

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