La mayoría de las personas creen que superar una adicción es dejar de consumir haciendo acopio de fuerza de voluntad y no más.
En estos últimos años las investigaciones han puesto de manifiesto la existencia de diferentes fases y procesos psicológicos
implicado en la recuperación de la persona adicta que si se conocen son de gran ayuda a conseguir el objetivo final de recuperar
la libertar perdida con la adicción.
¿Cuál es la preparación psicológica inicial para empezar a superar una adicción?
- Evitar el autoengaño
Como ya sabemos, el primer paso de la recuperación es reconocer que uno es adicto (adicción química o no química). De hecho, el recuerdo que más ayuda para aceptar que se es adicto es la continuidad de la actividad adictiva a pesar de las consecuencias perjudiciales y negativas que ésta tiene en su vida. El autoengaño es el dialogo interno que se produce inconscientemente en la mente del adicto para darse razones (p.j.: de que no es para tanto, que los demás son muy exigentes, que esta vez es diferente y lo va a controlar, etc.)
- No dejarse llevar por la culpa
Paradójicamente una dificultad importante en este camino para evitar el autoengaño que lleva a continuar con la adicción son los sentimientos de culpa que sienten los adictos respecto de su problema. No pueden aceptarse a sí mismos tal como son: adictos. En tanto uno crea cosas horribles acerca de los adictos, le costará mucho afrontar el problema.
- No dejarse llevar por el autorreproche (cuando ya estes recuperado podrás compensar el daño causado)
La creencia de que un adicto es una «mala persona» perpetúa la adicción y el estado depresivo asociado a ella. Por eso es tan importante entender la adicción como un proceso gradual en el tiempo que ha llevado a la persona, sin ser consciente de ella, a cometer multitud de errores con consecuencias negativas demoradas en tiempo; separar la persona que tu eres del problema adictivo que has adquirido. Recuerda que ¡tu no eres tu adicción! Tu es una víctima de la adicción (química o no química) y que tienes capacidad de aprender y mejorar. Entender esto debería resultarte más fácil ahora que sabes que eres vulnerable a la adicción por algunas «buenas» razones y que no te encuentras solo en ese problema.
- No dejarse llevar por la baja estima produzco de los sentimientos depresivo
Sumirse en la culpa por los errores del pasado suele ser una evasión que te impide hacerte responsable de ti mismo ahora. En tanto continúes sumido en la culpa, te mantendrás dentro del ciclo adictivo. Hacerse responsable significa no gastar más energía en «lo que deberías haber hecho», «lo que podrías haber hecho» o «lo que habrías hecho», y dedicar todo tu esfuerzo a vincularte a grupos de personas con el mismo objetivo que en procesos de tratamiento encuentran una guía para ir mejorando progresivamente.
- No dejarse llevar por la actitud pesimista. Secuela habitual de haber padecido una adicción
Algunas personas han desarrollado durante los años un dialogo interior negativo de autocompadecimiento y pesimismo del que se derivan sentimientos de fracaso. Percibiendo la vida desde esta nueva identidad o “personaje” construido. Tener una actitud compasiva y de aceptación hacia ellas mismas es algo que les es ajeno. Cuando esto ocurre, en los momentos de adversidad esos mismos pensamientos autodestructivos pueden llevarte a volver al consumo o abandonar iniciativas o metas que te iban a ser de gran ayuda para tu rehabilitación o reinserción. Ejemplos de pensamientos generados por una mente “Pesimista” serían. «¿A quién crees que estás engañando? Esto nunca podrá durar; tú no puedes funcionar como todos los demás». Estos pensamientos no son fáciles de modificar de inmediato; probablemente hayamos estado alimentándolos en la mente durante mucho tiempo. Pero tomar conciencia de que tu existencia es el primer paso para eliminar la influencia negativa que ejercen sobre ti.
- No dejarse llevar por la Prepotencia. Por el contrario, adoptar una actitud humildad
Es importante ser compasivo con uno mismo por haber estado tan confundido o desinformado como para hacer habitual el uso de alteradores del estado de ánimo y volverse vulnerables a la adicción. La compasión no es lo mismo que tenerse lástima. Tener lástima de sí mismo hace que la persona quede atascada en el ciclo adictivo, mientras que la compasión es el primer paso hacia la actitud de quererse a uno mismo. Una vez que te des cuenta de que la adicción se inició como un impulso para buscar alivio y consuelo, estarás en mejores condiciones de aceptar que tienes un malestar y de empezar a recuperarte de él. Los adictos en vías de recuperación suelen expresar ese cambio de perspectiva de esta manera: «Yo no soy una mala persona que se está volviendo buena, sino una persona enferma que se está mejorando».
Medidas prácticas para ayudarse a si mismo
Decírselo a alguien. Una vez que admites que eres adicto, díselo a otra persona. ¿Por qué? Porque compartiendo este secreto, el mismo te pesará menos. Y se podrá disponer de ayuda para poner en marcha gradualmente todos los cambios en la vida de la persona para frenar el consumo y aprender a vivir de una forma alternativa. La adicción, se sabe, que tiene más “fuerza” en el interior del adicto cuando la mantiene en secreto. Decirlo en voz alta ayuda a neutralizar la negación. Hay que admitir que tener una enfermedad implica reconocer que algo marcha significativamente mal en tu vida, y esto crea el marco adecuado para tomar decisiones orientadas a la recuperación.
Elige, para decírselo, a alguien que creas que te apoyará, y que no te enjuiciará. A ser posible a un familiar de confianza que pueda acudir a las primeras sesiones de tratamiento. De no ser posible con un familiar, díselo a alguien que sepa que eres un adicto en proceso de recuperación. Esta persona estará en inmejorables condiciones de escuchar tu admisión sin reaccionar en forma negativa o excesivamente emocional.
En Olivencia Psicología ponemos en práctica diferentes tratamientos para las adicciones con los que ayudamos a liberar a cada persona de sus comportamientos autodestructivos y dependientes de forma personalizada y adaptada al ritmo de cada uno. Llámanos o escríbenos y reserva tu cita.
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