Jodida adicción, hoy tengo que escribirte una carta, para recordarte todas las consecuencias negativas que he sufrido durante estos años y que a día de hoy sigo arrastrando.
Me has hecho perder muchos años de mi vida, dejando pasar muchas oportunidades para poder evolucionar. Y desarrollarme tanto emocional como personalmente. Incluso en muchas ocasiones he sentido que no tenía ilusión por la vida.
Por tu culpa mi vida se ha visto muy afectada desde mi adolescencia, e incluso desde mi niñez por el uso descontrolado de los videojuegos, eso solo fue el principio de una vida vacía, llena de carencias y convertida en un caso. Aunque en un principio sin saberlo, por mi temprana edad, al estar ahí, conforme iba creciendo no llegué a desarrollarme mentalmente como una persona adulta y con las responsabilidades que ello conlleva, siempre he estado estancado en esa inmadurez. Has provocado en mí una gran inseguridad, una gran falta de autoestima, me he visto siempre muy acomplejado y eso me ha hecho ser más tímido aún de lo que ya era antes.
Debido a todo esto, conforme el tiempo pasaba ha hecho que se fuese desarrollando dentro de mi otros factores negativos como la tristeza, la soledad, el pesimismo y por ello nunca veo el lado positivo de la vida y me he infravalorado mucho a mi mismo.
Convivir contigo durante todo este tiempo ha hecho que cree una coraza que impedía mostrar mis sentimientos, tener una buena comunicación , sentir empatía hacia los demás, hacías incluso que no me preocupara por mi familia, estando contigo me olvidaba hasta de mi madre.
Hacías que no disfrutara de ningún momento bueno, si no era contigo, hasta el punto de llegar a mentir tantas veces como fueran necesarias para cubrirme y engañar a mi gente.
Mi mente cada vez estaba más obsesionada contigo, tú tenías el control de mi vida, lo que ocasiona numerosas discusiones hasta el punto de casi llegar a dejar mi relación de pareja por ti.
En el ámbito económico también me has dejado huella, he tenido varias deudas por tu culpa que ahora poco a poco tengo que saldar, ya no con el banco si no con un ángel que es mi hermana.
Y aquí me despido de ti , que sea para siempre con mi esfuerzo y ganas de superarte. Espero recuperar y conseguir todo lo que me proponga de ahora en adelante con ayuda de mi familia y el tratamiento.